jueves, 27 de noviembre de 2014

Creación 1: El ajetreado alcalde.

Érase una vez un atareado alcalde, de una ciudad llamada Albaida. Cada mañana se aviva con una taza de café ardiendo, y se acaudillaba hacía la administración.

De bruces se topaba con la auxiliar, que arreglaba una gran abundancia de papeles. Ágilmente se adivinaba los años que llevaba adjunta a aquel trabajo. 
Su atuendo era austero para una señorita de su categoría, atractivo pero a la vez elegante.

El señor alcalde saludaba adecuadamente a la chica y se acomodaba en su asiento, aparentando algo.